domingo, 28 de octubre de 2012

UNA HISTORIA EN NAVIDAD


Esta es la historia de Katia y Alberto, dos hermanos muy unidos pero desgraciadamente huérfanos. Ellos vivían en el orfanato Santa Clara en la ciudad de México. Se acercaba la víspera navideña y no había algo mejor para estos huerfanitos que pasar una navidad en familia, con un gran banquete y muchos regalos, sobre todo eso muchos regalos ya que llevaban cinco años en el orfanato y lo único que recibían desde entonces en navidad era una tarjeta y eso era muy de vez en cuando, ya que eran considerados los mas extraños de Santa Clara porque no eran muy amigables y no hablaban con casi nadie a excepción de la maestra de matemáticas de Katia, la maestra Yolanda. Creo que es justo que si van a conocer la historia de estos niños la conozcan desde el principio, nuestra historia comienza aquí:

Era una linda y soleada mañana de un sábado común y corriente y la familia Rodríguez  Morales decidió dar un paseo por el parque, el parque preferido de la familia quedaba muy retirado así que decidieron ir en automóvil, ya que no era tan tardado llegar en auto. Al llegar al parque todos la pasaron de maravilla, jugaron, comieron y se divirtieron, pero el accidente trágico que sucedió después dejo a estos niños huérfanos. Los niños milagrosamente vivieron ya que fue un accidente automovilístico muy aparatoso, después de dos semanas en el hospital y la delegación por problemas de a donde irían los niños, al fin se decidió que irían al orfanato llamado Santa Clara, ya que no pudieron contactar a ningún familiar.
El primer año fue el más difícil ya que los chicos no se querían hacer a la idea de su perdida y de tener que compartir todo con todos, como eran caso perdido para todos los profesores y directivos decidieron imponer la regla de dos cambios para cada quien, y así se acabaron los problemas de comportamiento, pero este no fue el único problema.
 Después de cinco años estos chicos siguen en Santa Clara con la esperanza de que, algún día puedan volver a tener una familia y disfrutar de su época preferida: navidad. Como ya dije al principio se acercaba la víspera navideña, la mejor de todo el año, según los chicos. Una mañana al levantarse otro día mas en Santa Clara, Katia se preguntaba “¿cuando será el día que me  despierte en una casa con mi propia familia?“ Pero entonces alguien interrumpió sus pensamientos:
- Katia vamos a llegar tarde al desayuno ¡apresúrate!
– Lo siento ya voy, solo termino de peinarme y bajo a… 
- Si, si como sea ¡apúrate!
- Claro per…
- No creo que te quieras quedar sin desayuno o ¿si?
- No
A Katia no le quedaba más que solo seguir imaginando como seria el volver a tener una familia. Cuando bajo a desayunar se dio cuenta de que el comedor de el orfanato era un lió, no había lugares disponibles y la comida era muy mala como siempre, “lo mas sorprendente de todo es que después de cinco años una no se acostumbra a la mala comida”, era lo que Katia se repetía cada mañana al bajar al comedor. Cuando Katia se dirigía a desayunar una inoportuna voz la llamo a ella y llamo a su hermano, Katia bacilo un poco al escucharla pero se dirigió a ella como si fuera rutina y se sintiera apenada, al llegar hay se dio cuenta que era la directora y fundadora de Santa Clara.
- Hola señorita, ¿hice algo malo?
- No linda, ninguno de los dos hizo algo malo ¿me acompañan por favor?
Los dos chicos fueron sin contradecir a su directora, pero al llegar a la oficina todo cambio.
- Bien chicos siéntense por favor, me han comentado que ustedes son los niños que llevan mas tiempo aquí en Santa Clara y me gustaría ofrecerles una oportunidad única ¿les gustaría?
- Disculpe pero ¿una oportunidad de qué?- Pregunto Katia algo confundida.
- Miren chicos hay una familia, que quiere adoptar a una parejita, o bien un niño y una niña, y me ofrecí a presentarles a mis mejores niños.
-Y supongo que habla de nosotros ¿cierto?
- Así es, eres muy lista Kati.
- Katia por favor, si no le molesta le agradecería que no me llame Kati.
- De acuerdo, linda pero ¿porque?
- Así me llamaba mi mama y me duele mucho recordarla.
- Esta bien, y volviendo al tema, podemos hacer la cita para que conozcan a la que podría ser su nueva familia ¿Qué dicen chicos?
- Digo que… es buena idea.- Menciono Katia algo insegura de su respuesta.
- Si es una grandiosa idea…- dijo Alberto después de mucho tiempo de estar callado pero luego de eso se desanimo mucho gracias al pensamiento que tuvo-… pero esperen ¿eso se significa que si nos adoptan… serán nuestros nuevos padres? ¿Cierto?
- Claro pero ¿Cuál es el problema?- Pregunto la directora algo confundida.
- No es problema, lo que pasa es que no quiero olvidar a mama y papa.
- Pero no los olvidaremos, nunca los olvidaremos ¿entiendes? Ni aunque lleguemos a vivir con ellos y lleguemos a adorarlos, aunque eso pase nunca los olvidaremos que quede claro hermanito…
Katia ya no sabía que decir o hacer pero de algo estuvo segura, en ese momento ella estuvo segura de que toda lo que ella le había dicho a su pequeño hermano era cierto, y en ese preciso momento sintió como una lágrima se deslizaba por su mejilla y como al darse cuenta su hermano la abrazo con mucha fuerza y mucha ternura.


A la mañana siguiente después de una larga y pesada semana de escuela, Katia pensaba “al fin es sábado el mejor día de la semana”. En Santa Clara todos los sábados llevaban a los chicos a un parque o a algún museo para distraerlos de la presión de la semana y para que no estuvieran todo el día encerrados en el orfanato.
- Katia, Alberto espero no les moleste pero la pareja quería ver cuanto antes a sus  próximos hijos y me tome la libertad de invitarlos a el paseo.
- No esta bien, talvez así los conozcamos mejor.
- Me agrada esa idea.
- A mi también, pero ¿tu que dices Alberto?
- Creo… que es una idea muy buena.-menciono Alberto pero no se escucho muy emocionado y se miraba de cara triste, ambas lo miraron con cara de duda pero antes de que alguna pudiera decir algo el respondió-¿Porque no me creen?
- Tal vez si le anunciaras a tu cara lo que sientes seria más fácil creerte.
- ¡Katia!, de acuerdo si me emociona pero no estoy muy seguro ¿y si nosotros no les agradamos?
- Chicos hay algo importante que debo decirles… bien ellos me pidieron a una pareja de hijos hace mas de dos semanas y desde entonces yo les hable de ustedes…- Ella esperaba cualquier respuesta pero ellos seguían callados y escuchaban muy atentos lo que la señorita les decía.-…así que desde entonces ellos los han observado y quieren adoptarlos ya solo falta que ustedes los conozcan y si les agradan para antes de navidad estarán con ellos y tendrán una nueva familia.
Alberto y Katia la miraban atónitos de la gran sorpresa y entonces llegaron hasta donde ellos estaban, una linda  pareja de esposos. El era alto, delgado, de tez  morena, y cabello oscuro pero lo que sin duda lo distinguía eran esos hermosos ojos color miel. Pero por el contrario ella era de estatura media, delgada, cabello rubio, tez blanca, ojos cafés y tenía la sonrisa más grande y blanca que jamás habían visto estos chicos.
- Bueno chicos quiero presentarles a Cristina y a Roberto, ellos son la pareja de la que les hable.
- Mucho gusto- dijeron los dos al unísono.- estamos encantados de conocerlos.
- Bien Cristina y Roberto ellos son Katia y Albe…
- Alberto - menciono Cristina con los ojos llenos de lágrimas – es un honor conocerlos al fin, no se si la señorita Miranda lo menciono pero estamos ansiosos por adoptarlos a ambos, por supuesto solo si ustedes están de acuerdo.  
- Claro que si estamos de acuerdo señorita Cristina – menciono Alberto con una gran sonrisa.
- Perfecto pero ahora porque no nos vamos ya va a iniciar la salida con el grupo.

Al llegar al museo Cristina y Roberto se tomaron de la mano y tomaron cada uno a los chicos, y así los cuatro tomados de la mano recorrieron todo el museo sin soltarse ni un solo segundo. Al terminar el recorrido por el museo todos estaban muy hambrientos, así que decidieron ir a comer a un restaurante. Al llegar ahí los cuatro se sentaron en una mesa  cerca de los juegos y ordenaron tres combos de hamburguesas y una ensalada.
- Y dime Katia, ¿Por qué no quieres hamburguesa?
- Es que no me gusta la carne
- ¿Se puede saber por que?
- Claro, mira, cuando yo estaba niña en el kinder la maestra siempre nos decía que debíamos comer saludable y nos obligo a aprendernos el plato del buen comer y desde entonces como mas frutas y verduras.
- Interesante ¿Pero no crees que tu maestra tenia un trauma psicológico o algo así?
- De hecho si lo tenia, la directora se enfado mucho cuando empezaron a surgir las quejas y la despidió y le recomendó un psicólogo, pero jamás volvimos a saber de la maestra.
- Guau eso suena muy malo y espero tu no te quedes con un trauma
- No lo creo, cuando la directora se entero nos mando a todos a un psicólogo al salón que nos explico que debemos comer balanceadamente.
- Me alegra
- Cambiando de tema ¿se la han pasado bien chicos? – Les pregunto Roberto con mucha angustia pero se alivio cuando vio que los chicos asentían con una gran sonrisa en el rostro.- Solo queremos que sepan que nos encantaría tenerlos como nuestros hijos.
- Pues no se que piense Katia pero yo si quiero ser parte de su familia.
- Yo opino lo mismo, digo los conozco poco pero son geniales.
- Perfecto, pero lamento informarles que debemos llevarlos a Santa Clara porque ya es muy tarde y si no vamos ahora nos regañaran a ambos.
- Suena justo. – Dijeron los niños y se dirigieron a la puerta del restaurante. Mientras iban de regreso al orfanato, Katia vio pasar una estrella fugaz y con todo su corazón le pidió un deseo “Estrellita con todo mi corazón te pido que hagas que le den a Roberto y a C ristina la  custodia, son las mejores personas que he conocido aparte de mama y papa y se lo merecen y también nosotros queremos estar con ellos te lo pido estrellita has que se cumpla, por favor.” 

Al llegar al orfanato la señorita Miranda los esperaba impaciente pero al ver que los chicos venían muy sonrientes olvido su preocupación y sonrió.
- Buenas noches chicos ¿Cómo les fue?
- Súper bien – Contestaron los dos al unísono y con mas alegría de la que se notaba en su cara.
- De acuerdo entren, esta demasiado frió y no creo que se quieran enfermar ¿verdad?
- No bueno, adiós. – Entraron los chicos al orfanato, Cristina y Roberto solo los miraron subir las escaleras y se despidieron con un gesto amable de la señorita Miranda.

Una hora después cuando solo faltaban quince minutos para acostarse a dormir, la señorita Miranda mando a llamar a los chicos a su oficina. Los chicos estaban asustados pues no sabían que pasaba y entonces cuando entraron a la oficina la señorita los esperaba con dos regalitos para cada uno, un regalo era un chocolate y el otro era una hoja. Ninguno de los dos supo de qué se trataba hasta que se sentaron y la señorita les explico, esa era la hoja que decía que ellos estaban de acuerdo en que Cristina y Roberto los adoptaran y así formar parte de la familia Rodríguez Martínez.
- Bien chicos solo tienes que firmar la carta para que podamos iniciar con el papeleo de su adopción.
- Claro – Dijeron los dos hermanos y sin pensarlo más firmaron los papeles. Al saber que era todo y no había nada más que hacer en la oficina de la señorita Miranda decidieron irse a su respectivo dormitorio y esperar a que llegara el otro día.

Al día siguiente por la mañana ambos bajaron a desayunar como si fuera un domingo común y corriente, pero para su sorpresa se encontraron con Cristina y Roberto en el pie de las escaleras.
- Hola chicos, buen día. – dijo Roberto muy contento. – ¿Y? esperen ¿Dónde están sus maletas? ¿Acaso las olvidaron arriba?
- No sabíamos que el papeleo era tan rápido pensamos que tardaría semanas.
- De hecho linda el papeleo de su adopción estaba listo desde hace tres días solo faltaba que firmaran las cartas de consentimiento. – Les menciono la señorita Miranda. - ¿Y que están esperando? Vayan a hacer sus maletas.
Los chicos corrieron y empacaron todo lo que tenían, lo cual no era mucho ya que habían crecido mucho en cinco años, pero eso no les importo, estaban tan emocionados que de repente se olvidaron del hambre que tenían. Al terminar bajaron con todo y maletas y dejaron que sus nuevos padres los ayudaran a meterlas al auto. Al terminar se despidieron de todos incluyendo a los que casi no trataban, después se despidieron de los maestros y maestras y al final de la señorita Miranda.
- De acuerdo ya que se han despedido y llevan todo ¿Por qué no nos vamos?
- Claro, hay que irnos ya.
- Si, hay que hacer unas compras antes de ir a casa.
Los chicos se despidieron nuevamente con un abrazo de la señorita Miranda y se fueron. En el camino al centro comercial todos iban cantando canciones navideñas pero al llegar lo olvidaron. Bajaron del auto y se tomaron los cuatro de las manos, y así se encaminaron al  centro comercial, una vez adentro se dirigieron a la juguetería y sus padres les dijeron que eligieran un regalo para navidad y otro para pedirle a Santa Claus, ellos les explicaron que ya le habían pedido a Santa Claus y que este le había cumplido ya con el regalo. Ellos comprendieron de inmediato que el regalo para los chicos de parte de Santa Claus era la familia y les pidieron que eligieran dos regalos, ellos como buenos chicos obedecieron las ordenes de sus nuevos padres y eligieron los dos regalos cada uno, al llegar a la caja y pagar Katia se preguntaba en su mente “¿Que pensara mama del cielo o de la parte en donde descanse su alma seria muy grato saberlo para poder saber que ella no sufre en el lugar donde esta.”, Katia no pensó mas en eso, pero al llegar a su nuevo hogar estaba un cartero en la puerta de la casa y los esperaba con ansias al llegar ellos a la puerta el cartero no dijo nada y les entrego la hermosa carta que tenia en sus manos y se fue caminando con una gran sonrisa, la carta venia en un sobre color perla, la carta estaba escrita en un papel extraño, color perla al igual que el sobre. La carta estaba escrita con una tinta gris y decía:

Mis queridos hijos:

Kati, Alberto estoy muy bien. Aquí estoy como un ángel y los cuido todo el tiempo, quiero que sepan que me encanta este lugar pues es claro y muy limpio, espero que ustedes también estén bien y que disfruten de la compañía de sus nuevos padres. Debo aclarar que no estoy enojada con ustedes por tener otra familia, en realidad es todo lo contrario me alegra que hallan encontrado a alguien que se parezca a mi y a su padre y espero que en ellos encuentren el cariño que nosotros no les podemos dar debido al accidente. Mis mejores deseos en su nueva vida y recuerden que cuando me necesiten solo tienen que mirar al cielo y buscar la estrella mas grande, porque esa seré yo me encantaría que me contaran sobre su vida, solo recuerden que todo esta en la fe. Hasta luego mis queridos hijos, siempre los estaré cuidando desde el cielo.

       Con mucho amor su madre.



Ellos se quedaron maravillados y entraron a la casa. Dos semanas después se cumplió lo que tanto anhelaban desde hace cinco años, tuvieron una cena navideña con su nueva familia y todos tuvieron regalos. Muchos años después mi querida hija Katia se graduó de la universidad con un titulo de maestra y mi niño Alberto estaba estudiando una carrera para ser ingeniero, después de esto mi hija se caso y tuvo dos lindos niños y años después mi hijo se caso con una bella dama, a la que cabe mencionar, no le caía nada bien Katia, después de terminar su carrera, tuvo gemelos, a los que nombro Alberto y Roberto, lo mas importante fueron sus motivos, Alberto por su padre biológico y Roberto por su padre adoptivo, lo mas importante de todo es que después de esta gran lección no les importo en donde vivieran o con quien, todas las navidades se pasaban en familia, yo por supuesto los seguí visitando como su ángel de la guardia, después de todo seguían siendo mis adorados niños. Todo aquel que haya leído esta bella historia espero que nunca olvide lo importante que es la familia y el tener fe, y si algún día llegase a olvidarlo espero recuerde a estos dos niños y el como una gran tragedia los dejo huérfanos y el como el tener fe los mantuvo con esperanza y al final encontraron una familia. Espero que tú también sepas apreciar lo maravillosa que es la vida y más cuando se tiene una familia. Espero te haya gustado la historia de mis hijos yo me despido con un gran saludo y dejando en tu memoria esta linda historia que tengas una buena vida y la vivas plenamente. Mis mejores deseos a todos.



FIN.

Esta es una historia hecha por mi hace mas de dos años, porfavor disculpen la mala redaccion o las faltas de ortografia espero les haya gustado comentes xD.